BITXIKIAK, LA ASOCIACIÓN DE COLECCIONISTAS DE MUNGIA, CUMPLE HOY DIEZ AÑOS

-DEIA- Hoy hace justo diez años que los buscadores de tesoros decidieron caminar unidos y aunar su pasión por ese arte que supone remover cielo y tierra para hallar los más bellos, curiosos y peculiares objetos. Y es que, Bitxikiak, la asociación de coleccionistas de Mungia, cumple diez años. Esta ha sido una década intensa. No en vano, esta es una agrupación activa, que contribuye en la vida social y cultural de la localidad, y que puede atribuirse méritos tan destacables como ser la organizadora de una de las ferias del coleccionismo más potentes del Estado y de ser una de las impulsoras en Bizkaia del formato de los mercadillos de venta e intercambio de objetos de segunda mano. Hoy, tiene 156 socios de todo Bizkaia, y también procedentes de Gipuzkoa, Araba, Nafarroa y Cantabria. Y cada cual tiene sus respectivas colecciones, que van desde las más clásicas como las de sellos, monedas o marca páginas, hasta las más peculiares, como una de arenas del mundo u otra que reúne esos míticos carteles de No molestar de los hoteles.

"Hay quien piensa que el coleccionista es un friki o un excéntrico, pero hablas con la gente y ves que hay más coleccionistas de lo que parece", explica Antonio López, presidente de Bitxikiak. "Hay gente que va guardando recuerdos de viajes, entradas de teatro, figuritas de búhos... Y de repente, al cabo de unos años, se dan cuenta de que tienen un montón. Así empiezan el 90% de los coleccionistas", narra. "Coleccionar no es acaparar, no es algo obsesivo. Es algo más natural. Es la sensibilidad hacia unos objetos que tienen un nexo común", añade. Un ejemplo está en el propio Antonio López, que tiene potentes colecciones, como una de monedas que recoge 5.000 ejemplares, otra de palillos, que atesora 2.000 unidades, de postales, otra de cuentos desplegables y una de prensa antigua que va completando con su mujer.

LOS INICIOS. López rememora aquel primer evento que fue el germen de lo que hoy es Bitxikiak. Fue un domingo de marzo de 2003. López y otro coleccionista, con el apoyo del Ayuntamiento de Mungia, animaron a los vecinos mediante carteles a sacar a la calle esas colecciones que están en casa guardadas. Lograron juntar 23 colecciones que se expusieron en el frontón de la localidad: las había de cómics, monedas, latas, máscaras, mariposas, figuras de elefantes, parejas de muñecas con trajes regionales... "Fue una exposición modesta, no teníamos medios, pero se hizo con mucha ilusión", afirma, y recuerda cómo se montó la muestra con un presupuesto cero, sobre mesas del sukalki y con manteles de mil colores, sin uniformidad alguna.

Tras el éxito de aquella cita, varios participantes llegaron a la conclusión de que querían dar continuidad al evento, y vieron la necesidad de constituirse como un foro consolidado. Así, fue el 27 de mayo de 2003 cuando se conformó oficialmente esta asociación para la que barajaron varios nombres: Truke truke, Bitxiak, Bitxikeriak... Y que finalmente se formó como Bitxikiak.

La cuestión es que aquella primera exposición fue tomando forma hasta consolidarse como la ya tradicional feria anual del coleccionismo de Mungia, que fue evolucionando hasta prolongarse todo un fin de semana y, además de exposiciones, se agregaron al programa encuentros congresuales y un foro de intercambio. Esta feria ha tenido varias ubicaciones dentro del municipio hasta que finalmente, en 2007, se estableció en el amplio polideportivo de la localidad y aledaños. Esta cita se ha convertido en un hito a nivel estatal y coleccionistas de diversos lugares acuden a Mungia para encontrarse con otros aficionados.

Otra de sus citas clásicas es el rastrillo de Navidad de compra, venta e intercambio de objetos de segunda mano, en el que se anima a la gente a que saque de desvanes y trasteros esos objetos que ya no usa y que pueden interesar a otras personas. "Este tipo de mercadillos son lugares donde los coleccionistas acudimos para buscar cosas", explica López. Este rastrillo ha crecido mucho: en la primera edición hubo 20 puestos, y 240 en la última, las pasadas navidades. "Con este rastrillo encendimos la mecha, porque a rebufo han salido este tipo de mercadillo en otras localidades", explica López.

Otra de las cosas que caracteriza la labor de Bitxikiak son sus colaboraciones con otras asociaciones locales, o las ediciones que ha ido sacando de sellos, placas de cava, postales, imanes, llaveros etc., siempre en torno a temas relativos a Mungia.

Ahora, uno de sus objetivos es consolidar las actividades que realiza a lo largo del año y lograr un local de trabajo desde el cual gestionar su inmensa labor. Porque Bitxikiak quiere seguir coleccionando décadas. Y, tras conseguir la primera, está ilusionada por ir a por la segunda.

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