Mungia cuenta con una serie de edificaciones de gran valor histórico y artístico que constituyen un valioso patrimonio dentro de la arquietectura civil. A continuación os presentamos una relación de las edificaciones más destacadas que podrás encontrar en Mungia.
La familia Villela fue durante largo tiempo un clan de segunda fila, sometido a los designios de sus parientes, los Butrón.
Su vivienda se alzó en el ángulo suroeste de la población, un punto de gran valor estratégico, como sabemos. Además, esta posición un tanto excéntrica con respecto a las restantes construcciones del casco permitía a los Villela una fácil defensa de su casa en el hipotético caso de que aquéllas lograran ser tomadas por el enemigo, y a la vez dejaba bien a las claras su condición de señores eminentes del lugar.
La casa fue levantada a fines del siglo XIV, pero sufrió algunas remodelaciones en el siglo XV. Las modificaciones no cambiaron en nada la amenazadora silueta general del edificio que se convirtió en símbolo del poder de sus propietarios.
Este sólido edificio contaba con cinco alturas:
Era el único edificio no religioso que destacaba sobre los demás en la Mungia de finales de la Edad Media. Actualmente, la torre, es biblioteca, mediateka, salas de cine y exposiciones.
La torre alberga la exposición sobre Lauaxeta, el gran poeta. Junto al castillo, un brote del árbol de Gernika viejo, símbolo de los viejos árboles sagrados y de las libertades vascas. Piedras leguares: dos piedras leguares que marcaban las distancias en el viejo camino Bilbao-Bermeo. Estos se encuentra en un parque, un punto de encuentro, una de las zonas verdes más conocidas e importantes actualmente en el municipio.
Molino ERROTAPE es de los Billela, símbolo de su poderío económico y principal molino del pueblo.
En Mungia y mungialde fueron y son numerosos los molinos de agua. Contamos con numerosos ejemplos en los que podemos advertir estos procesos. Debido a su orografía, la comarca de Mungialdea es el epicentro de gran cantidad de molinos, si bien hoy día son pocos los que subsisten, aun podemos reconstruir su funcionamiento.
Los que permanecen activos son cuatro: dos en el barrio de Larrauri, "Olabarri" y "Erdizubi" y otros dos en Emerando, "Errotatxu" y "Ugaldeko errota".
En ellos podemos apreciar como se consigue la harina, base y sustento fundamental de nuestra sociedad. En la huerta aun hoy, se sigue cultivando el maíz, que tras ser recogido y debidamente pelado debe pasar por el horno en un proceso que se denomina "labasu" a fin de eliminar cualquier rastro de humedad, ya que el maíz húmedo crea una pasta en las piedras que dificulta la molienda y obliga al molinero a picar las piedras. Tras pasar por le horno da comienzo el proceso de molturación del que se obtiene finalmente la harina. Mungia fue en tiempos pasados una potencia en lo que a la comarca se refiere, en la producción de harina. Nuestros molineros recogían encargos de clientes de Bilbao, Berango, Sopelana...en este sentido, Mungia fue y lo es hoy en día, el núcleo de numerosos pueblos que conviven en perfecta simbiosis Meñaka, Gatika, Maruri,Gamiz-Fika etc...
Fue construido hacia 1510 y se puede considerar el arquetipo funcional del baserri bizkaino, con su fachada tripartita, gran soportal y 2 laterales de piedra. Fue residencia de unos campesinos acomodados. Por primera vez se construye un caserío muy cercano a la zona urbana, cosa que hasta ahora no se había dado y eso también puede significar que ya no había guerras.
La fachada central de madera con orientación hacia el sur es un elemento llamativo, con ventanas altas para evitar visitas inesperadas. La chimenea central da la vida al caserío siendo lugar de encuentro. Actualemente se trata de un sitio mágico que permite a pequeños y mayores disfrutar de actividades que ayudan a conocer la forma de vida de antaño en los caseríos y también la mitología vasca guiados por Olentzero. Así, se pueden conocer a los Gentiles, la cueva de Mari, Tartalo, el Dragon y el Arco Iris y el Txondorra, método con el que Olentzero consigue su carbón.