El patrimonio monumental de carácter religioso de Mungia destaca por la antigüedad de alguno de sus elementos y por reunir edificios representativos de casi todos los estilos artísticos.
Mungia es la única localidad vizcaína que puede enorgullecerse de poseer dos templos con restos de época románica, y una de las pocas con vestigios de tradición mozárabe. Un hecho fundamental a tener en cuenta es que durante siglos convivieron simultáneamente dos iglesias parroquiales en el núcleo de la población, separadas tan sólo por una cincuentena de metros. La de San Pedro atendía a las necesidades espirituales de los vecinos de la Villa y los caseríos avecindados mientras que la de Santa María se ocupaba de los habitantes de la anteiglesia.
Planta rectangular, cuyos principales elementos son los siguientes: la portada principal con cinco arquivoltas de medio punto en derrame. El acceso está partido por un parteluz que crea dos huecos de arcos rectilíneos. En las jambas y el parteluz hay tres peanas con doseletes, dispuestos para acoger bultos de la Virgen, San Pedro y San Pablo. En las albanegas del alfiz se presentan el firmamento estrellado, el sol y la luna, iconografía que es una referencia clásica en el mundo cristiano.
Dentro del templo, un sotacoro con tres arcos excavados en el muro. Cada uno de ellos contiene sendos sarcófagos con las armas de Butrón (se trató, seguramente, de compensar el ultraje que representó para el viejo banderizo el haberles desposeído del templo).
Esta iglesia también estuvo en el centro de luchas entre los Butrón y los del pueblo. Durante años estuvo en condiciones lastimosas hasta que fue reconstruida en el siglo XVIII. José de Zaylorda (músico, alquimista, astrólogo, teólogo,.. que no arquitecto) dirigió la obra que fue renovada y ampliada en 1848. Hoy en día sólo se han conservado los muros laterales, convirtiéndose en plaza pública y está en proceso de reconstrucción.
De única nave, muros de mampostería y amplio interior, permaneció sin cambios desde el siglo XVI hasta el XIX, cuando fue totalmente reformada sobre el templo primitivo. Al sur (S) se abrieron tres vanos de medio punto para la iluminación del templo, alzándose en el muro contrario la torre para el reloj y las campanas.
Se han conservado elementos anteriores como el retablo, máquina barroca del siglo XVIII, policromado en oro y negro, con tres calles verticales y dos pisos y ático, en el cual resaltan cinco esculturas (Magdalena, la Virgen, San José, Cristo y el Sagrado Corazón) y dos telas (San Antonio de Papua y el Salvador). Son elementos a resaltar el muro norte del siglo XVI, el arco de medio punto en la entrada (de estilo renacentista), la pila bautismal de estilo gótico tardío…