Mungia acoge una exposición sobre este deporte poniendo el acento en los palistas del municipio

Entre la pasión, la tradición y una afición fiel e incondicional. Mungia se mueve entre estos vértices cuando se trata de pala. Mungia es factoría de palistas por excelencia. Esa es una verdad objetiva e indiscutible. Y el testimonio claro de ello está en la exposición que la localidad acoge hasta el día 19 en la antigua Harrera Bulegoa del Ayuntamiento. Mesas y paneles muestran con mimo carteles, fotos, trofeos y un largo etcétera de objetos sobre la historia de este deporte haciendo hincapié en los muchos y muy buenos palistas que ha dado este municipio, que son 39, nada más y nada menos. El próximo sábado 18 de febrero la localidad acoge la gran final del V Campeonato del Mundo de Pala por parejas, y esta muestra constituye la guinda a esa relevante cita deportiva que consolida a Mungia como pueblo que apoya y fomenta esta disciplina tan popular.

El viernes se inauguró esta exposición y esa misma mañana, Gotzone Madariaga no paraba un instante ultimando detalles entre los expositores, ayudada por Cristina, otra vecina de la localidad. El Ayuntamiento de Mungia propuso a Gotzone y a su hermana Milagros que pusieran en marcha esta muestra y así lo hicieron. Ellas son buenas conocedoras de este mundo, no en vano son hijas de un destacado palista mungiarra, Emiliano Madariaga Ormaetxe, conocido en la cancha como Landa. Landa, fallecido en 2006, debutó en 1951 y se retiró en el frontón de Mungia, en el año 82, después de recorrer canchas y canchas de todo el Estado. Ahora, sus hijas recogen el testigo de ese amor por esta modalidad. "Siempre nos ha gustado la pala, aunque una vez fallecido aita no la vivimos tan de cerca", comenta Gotzone.

La labor de los organizadores de la muestra se refleja en los objetos que recopila, muchos de ellos ya recogidos en otra exposición que se organizó en 2009 con motivo de un reconocimiento que la localidad hizo a los profesionales de la pelota del pueblo. "Ya teníamos fotos e información y ahora lo hemos completado con más cosas: palas, trofeos, camisetas..., tanto de los palistas de antaño como de los actuales", explica Go-tzone. "Los propios pelotaris y sus familias son los que están aportando el material. Sin ellos esto no se hubiera podido hacer. Es todo gracias a ellos", resalta.

de antes y de ahora En los expositores, el visitante puede encontrar los rostros en blanco y negro de aquellos mungiarras que hace décadas dominaron el arte de la pala, como los hermanos Iturregi, Martín y Justo; José Mª Aguirre, nacido en el 27, o Pedro Elorriaga, del mismo año. Ahí está también, por ejemplo, Aguirrebengoa también del 27 y que llegó a jugar en México, o Ipina -ya posterior-, nacido en el 57 y que paseó su zurda por los frontones. Todos ellos son solo un breve ejemplo de los muchos nombres que ha dado este pueblo y que han brillado en las canchas. También está la foto de Juan Duo, nacido en el 32. "Duo jugó mucho con mi aita y ganaron el Torneo de Primavera en el 69 en el Club Deportivo Jai Alai de Bilbao", narra Gotzone.

Otra de las mesas expositoras está dedicada a los palistas en activo, y resaltan nombres de mungiarras como Ziskar II o Lejarzegi, dos nombres que han estado en el cartel del mundial de este año. Allí expuestas están camisetas suyas, y por supuesto, la txapela que acredita a Ziskar II como campeón del anterior mundial, en 2010. No es el único campeón del mundo que ha dado este pueblo, y prueba de ello está en la txapela con la que se hizo en el 83 Pedro Mari Elgezabal.

Los atuendos que los palistas han lucido en los frontones a lo largo de las décadas son otras de las joyas que atesora esta muestra, como un traje de Elgezabal, camisetas de los palistas de las nuevas hornadas y otras prendas de antaño, como el traje que lució Landa en su época de pelotari en Madrid. "Llevaba camisa, pantalón y alpargatas todos blancos", explica Gotzone, en cuya casa conservan con mimo todas estas prendas. En cambio no sobrevivió al paso del tiempo el traje que lució en los frontones de Barcelona, con camisa de un insólito malva intenso, y del que sí conserva fotos.

Barcelona, Madrid... Landa jugó en Barcelona entre los años 56 y 63, y allí pasó por varios frontones: el Novedades, el Colón y el Principal Palas. De hecho, sus hijas Gotzone y Milagros son nacidas en Barcelona. Ya en el 63 llevó su buen saber hacer a Madrid, donde jugó en los frontones Recoletos, Madrid y Beti Jai.

Gotzone repasa con nostalgia las fotos que le trasladan a tiempos pretéritos, cuando en el Estado los pelotaris eran personajes tan célebres y de moda como las estrellas de cine. "Ellos tenían que ir a trabajar al frontón de punta en blanco, con su corbata y su maleta", explica Go-tzone. "A partir del 74 ya les dejaron ir más de sport", añade.

Unos paneles con información sobre el material relativo a esta disciplina y sobre los frontones de Mungia, y el Euskalduna y el Club Deportivo de Bilbao también forman parte de esta muestra tan llena de curiosidades. Además, varios grandes carteles recogen peculiares expresiones coloquiales y argot propios de esta modalidad, y que el profano en esta disciplina no sería capaz de comprender.

Y entre los muchos tesoros de los palistas de casa, de las estrellas conocidas y cercanas de la localidad, las organizadoras de esta muestra tienen algún pequeño misterio que les gustaría resolver, como una foto que han encontrado en internet del revolucionario Pancho Villa acompañado por un palista, allá en México. "Nos han dicho que le llamaban El vasco, y nos gustaría saber quién es...", planteaban intrigadas ante la borrosa estampa.

Recortes de prensa de otros tiempos, medallas, fotos de pelotaris de principios de siglo oriundos de Bizkaia y Nafarroa, y programas de mano de tardes de pelota de antaño, completan la exposición. Acontecimiento palístico, reza uno de los pequeños carteles expuestos, que anuncia una jornada de pelota en 1918 en el Euskalduna.

Y así, entre la afición y la nostalgia, esta muestra pone negro sobre blanco el estatus de Mungia como cuna de palistas; un muncipio que sigue abarrotando su frontón de paredes azules cada vez que buenos deportistas ponen cuerpo y alma en machacar el frontis en busca del tanto. El próximo 18 de este mes, día de la final del Mundial, este pueblo escribirá una nueva línea en su historia deportiva. Una historia forjada a golpe de pala.