El plan busca revitalizar el tejido empresarial en plena crisis apoyando en cuatro años a unos 2.300 negocios y a 800 emprendedores.

La Diputación invertirá durante los próximos cuatro años 90 millones de euros para revitalizar el tejido de pequeñas y medianas empresas (pymes) e impulsar la labor de trabajadores autónomos. Pese a que las perspectivas económicas no son halagüeñas, «hay que pasar a la acción y prepararse para la reactivación porque cada vez está más cerca», vaticinó el responsable foral de Promoción Económica, Imanol Pradales. Las ayudas pretenden apoyar a 2.300 negocios y 800 emprendedores para «consolidar» 46.000 puestos de trabajo en el territorio.

Además de presentar públicamente, el 'Plan de Relanzamiento de Pymes y Autónomos 2012-2015', la Diputación también dio ayer los primeros pasos del proyecto. El Consejo de Gobierno foral aprobó «por vía urgente» los cinco primeros decretos que regularán las ayudas el presente ejercicio. 13,8 millones de euros que las empresas y los autónomos ya pueden solicitar. Las ayudas tendrán entre sus principales objetivos paliar el «problema crítico» que sufre el tejido productivo por la falta de crédito. «Sin financiación no hay inversión ni creación de empleo», subrayó Pradales.

Las medidas aprobadas abarcan tres grandes ámbitos. El primero es el de la innovación, al que el plan destinará 60 millones. La mitad de esta cantidad tendrá un único destinatario: el Centro Inteligente de Automoción ubicado en Amorebieta. Su consolidación y ampliación, proyectos en los que participan la Diputación y varias empresas del sector, se considera «básica». En el ámbito de la inversión, el Gobierno foral dedicará 16 millones de euros para, por ejemplo, subvencionar hasta un 10 % los costes financieros que soportan las empresas al contratar préstamos. Créditos que, en ocasiones, «están ahogando» a las firmas, lamentó Pradales.

El último eje del plan de revitalización es la internacionalización, la gran apuesta del Departamento de Promoción Económica. «El tejido empresarial más dinámico puede aprovechar las ayudas para mejorar sus productos y servicios y salir al extranjero a buscar nuevos clientes», recalcó Imanol Pradales. 14 millones de euros impulsarán la cooperación fuera del Estado.

Actualmente, más de 85.000 vizcaínos están dados de alta en el registro de autónomos y, según los cálculos forales, se estima que en el territorio funcionan unas 15.500 pymes. Los primeros decretos de ayudas firmados ayer también contemplan, entre otros asuntos, subvenciones para que las empresas afronten el 60% de los costes de tramitación de patentes. Tras anunciar el plan, Pradales se reunió ayer con autónomos y representantes de las pymes para informarles «de primera mano» del alcance de las medidas aprobadas. «El tiempo de crisis también puede ser un tiempo de oportunidades que hay que aprovechar», animó el diputado.